Ella, la Cruz de Caravaca, señora y dueña de su ciudad se aproximaba hasta sus hijos más queridos; a ellos les ofrece su amparo, su fuerza y su mensaje. Durante toda la mañana, rodeada de un grupo de cofrades, por los Voluntarios del Palio y custodiada por la compañía de Armaos, la Sagrada Reliquia realizó un recorrido previamente organizado desde las propias parroquias. La visita no es un momento de tristeza. El dolor y la enfermedad se tornan esperanza y alegría para los propios enfermos y para sus familiares que esperan con gozo la visita de la Vera Cruz a los hogares de enfermos e impedidos. La Misa celebrada a las 8 de la mañana en la parroquia de La Concepción marcó el inicio de un recorrido de consuelo y esperanza para quienes la enfermedad o los años les impede acercarse hasta la Sagrada Reliquia para adorarla.
martes, 19 de mayo de 2009
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